MUNDO MARINO


Mundo Marino en San Clemente del Tuyú



Hablar de San Clemente del Tuyú es hablar de Mundo Marino, el mayor oceanario de América del Sur. Creado por Juan David Méndez, un visionario que luchó durante toda su vida para que varias generaciones de argentinos tengan un poco de mar en sus corazones.
Cómo empezó la historia
La frutilla blanca y negra del mega-acuario
En la década del 60, Juan David Méndez liquidó su empresa y galería comercial en Buenos Aires para instalarse en San Clemente del Tuyú y convertirse, casi sin saberlo, en uno de los pioneros de lujo que posteriormente tendría la ciudad. 

En el año 1962, don David viajó a Estados Unidos y quedó fascinado por la gran cantidad de acuarios que allí existían, al igual que por el grado de adiestramiento que podían obtener los entrenadores con ciertas especies marinas, en especial delfines y lobos.

En 1969, la familia adquirió un lote de 18 hectáreas de tierra firme para comenzar a trabajar con el cuidado de los animales enfermos que aparecían por la zona, y que luego de su curación eran devueltos al mar. Así, y luego de un gran sacrificio familiar, el proyecto de la construcción del acuario comenzó a cobrar vida lentamente, pero la tarea no sería fácil.

  • Los delfines muestran dulzura y afecto
  • Logra saltar con todo su cuerpo
    Logra saltar con todo su cuerpo
  • Pícaros y golosos
    Pícaros y golosos
  • Logran trasmitirte tanto afecto
    Logran trasmitirte tanto afecto
  • Belleza y elasticidad
    Belleza y elasticidad
  • Su famoso show
    Su famoso show
El acuario debía construirse sobre cangrejales, por lo que el terreno debió ser compactado y rellenado, además el agua de mar llegaba a Mundo Marino sólo a través de la ría San Clemente. Pero el empeño de don David y de su familia rendiría sus frutos. En el año 1977, Mundo Marino ya tenía su primer delfín y, recién en la temporada veraniega 1977/78, abrió sus puertas al público con piletas de lobos marinos, peces y delfines habilitadas. 

Así, entre viajes de estudio a Estados Unidos e incorporación y capacitación del personal, el oceanario comenzó a convertirse en una verdadera escuela en lo que hace a adiestramiento de animales marinos. A punto tal que profesionales de los acuarios más importantes del mundo donde don David viajaba a aprender llegan hoy a San Clemente del Tuyú para enterarse de las novedades y de los nuevos métodos de adiestramiento.

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